Agenda de la Facultad de Teología SEUT

Participación en la XXVIª Jornada de Delegados Episcopales

 

Sobre las Jornadas

 

Entre el 26 y el 28 de octubre la Comisión de Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española ha celebrado en Madrid sus XXVI Jornadas para responsables de relaciones interconfesionales. En ellas han participado dos profesores de nuestra Facultad: Mireia Vidal presentó una ponencia titulada «Más allá de Lutero y Calvino: el ala radical de la Reforma» y Juan Sánchez tomó parte en el diálogo sobre los temas fundamentales de la teología de Lutero a la luz de los diálogos luterano-católico romanos. También participaron otras personalidades del mundo protestante español, como Mariano Blázquez, secretario de la FEREDE; Julio Díaz, rector de la Facultad Protestante de Teología (UEBE); Carlos López, obispo de la IERE; y Alfredo Abad, pastor y secretario primero de la IEE. Por parte católica, estuvieron presentes Manuel Barrios, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales; Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada; José Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid; y Fernando Rodríguez Garrapucho, consultor del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, entre otros. Las Jornadas se llevaron a cabo en un ambiente amigable y de buen entendimiento. 

 

Ver folleto informativo.

 

Sobre la ponencia de Mireia Vidal 

 

La intervención de la profesora Mireia Vidal se produjo en la sesión dedicada a la contextualización histórica de la Reforma. Queriendo evitar un excesivo énfasis en los reformadores más conocidos, se centró en la explicación y trayectoria del ala radical de la Reforma, es decir, aquellos otros grupos conocidos como “anabautistas”, por un lado, y “espritualistas”, por otro. Tras distinguir entre Reforma magisterial y radical, se afirmó que la Reforma radical no es sencillamente una radicalización de la Reforma magisterial, sino una realidad que se concretó en una pluralidad de iniciativas propias y originales, a veces alimentándose de otros reformadores magisteriales y a veces alimentando a éstos. Es por ello que se puso especial cuidado en reconocer el origen plural y concreción diversa de los grupos radicales, sin por ello descuidar tampoco aquellos rasgos que aportan una coherencia de grupo al movimiento radical, entre ellos el rechazo al modelo Cristiandad (y, por tanto, al bautismo infantil), el rechazo a la violencia, la aceptación del sufrimiento, la inquietud por la autenticidad de la fe del individuo y marcado interés por la misión. A partir de aquí se pasó revista a las cuatro ramas clásicas del anabautismo: hermanos suizos, anabautistas alemanes del sur, menonitas holandeses y hutteritas. Estas presentación clásica se ahondó tomando nota de otros grupos que vienen a ofrecer un cuadro todavía más complejo: los proyectos luteranos radicales de Carlstadt y Müntzer, el zuinglinianismo radical (incluyendo a Hubmaier), los grupos sacramentistas holandeses, los espiritualistas (Schwenckfeld) y los entusiastas (Hoffmann y el episodio de Münster). Se usaron algunos textos de los reformadores radicales para presentar su teología (su hermenéutica cristocéntrica, su eclesiología horizontal, su concepción de la disciplina y del seguimiento discipular), para acabar apuntando tanto lo que la teología anabaustista puede aportar a una sociedad post-secularizada como la nuestra (concepto de “iglesias de creyentes”, el sacerdocio universal, la misión, etc.) como sus puntos débiles (excesiva separación del medio social, tendencia a la fragmentación, etc.). A la ponencia siguió un diálogo en el que se discutió la conveniencia de etiquetar de “reformadores” a los radicales, dada su tendencia a la restauración de la iglesia neotestamentaria antes que a la reforma de la iglesia del siglo XVI.

 

Foto

Juan Sánchez Núñez (izq.), Manuel Barrios Priesto (centro) y Pablo Blanco Sarto (dcha.)

 

Más información en http://blogs.periodistadigital.com/ferede

 


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